La orientación vocacional surgió como disciplina para dar respuesta a la necesidad de ayudar a los sujetos en la elección de su ocupación o profesión. Constituye un amplio conjunto de tareas que incluyen el nivel diagnóstico, la investigación, la prevención y la resolución de la problemática vocacional.

Estas tareas no son de incumbencia exclusiva del psicólogo, sino que en muchos casos son tareas de un equipo integrado por pedagogos, sociólogos, docentes, entre otros. Se requiere, en función de considerar las diferentes áreas implicadas en esta problemática, trabajar de manera interdisciplinaria y particularmente preventiva.

Teniendo en cuenta que los docentes se encuentran frente a alumnos llenos de expectativas, dudas, fantasías, ansiedades, angustias, desinterés o apatía en torno a su futuro y en particular frente a la situación de elección vocacional, es fundamental el diálogo cotidiano, las opiniones, experiencias y sugerencias que transmiten a sus alumnos. Este acompañamiento natural por parte del docente, motiva y ayuda ya que representa algún campo de la realidad, (por ejemplo, asignaturas como historia, matemática o psicología), pero además constituye lo que significa estudiar y vivir de la profesión. En esta acción el docente transmite muchísima información y toma un rol central en la orientación vocacional, a veces sin ser consciente de ello.

Uno de los variados motivos por los que se pueden producir fracasos o deserciones, ya sea en los estudios superiores o en una ocupación, está relacionado a las fallas o déficit sobre el conocimiento del mundo ocupacional o la información sobre ese mundo con que cuentan los jóvenes.

La tarea de información ocupacional implica una serie de actividades desarrolladas con el propósito de promover en el joven un cambio de actitud que posibilite una adecuada vinculación con la realidad ocupacional. Esto se puede lograr mediante el conocimiento de las ocupaciones, de los roles ocupacionales y de la preparación básica e indispensable para desempeñarse en ellos.

La institución educativa es un lugar de privilegio para la transmisión de dicha información; éste es el aspecto de la orientación vocacional que la escuela puede asumir eficazmente. 

Es necesario, por lo tanto, que el docente conozca a fondo los aspectos relacionados a la problemática vocacional y ocupacional, lo cual le permitirá poder actuar considerando a quién se va a informar, qué se va a informar, cómo y de qué manera se realizará. Implica, entre otros saberes, conocer acerca de los niveles de información ocupacional y las diferentes técnicas que se utilizan para promover la comprensión y reflexión del universo educativo y ocupacional.

Está visión requiere la idea del un trabajo interdisciplinario, con docentes entrenados y capacitados, y la coordinación de un orientador especializado en el área.

A cargo

Fabián Bertola, licenciado en Psicología (UNC), posgraduado en Orientación para la Elección de Carreras, Facultad de Psicología (UNC), procesos de Orientación Vocacional Individual y grupal, docente de Psicología Evolutiva I (niñez) e Introducción a la Psicología (UES21).